Wednesday, September 07, 2005

A comer, a comer!!!!

La llegada: ahora si, me fui a la China pero en serio.

Finalmente he detenido mis saltos en Beijing, donde he iniciado ya mis clases de mandarin. Volver a la vida universitaria ha sido un regalo, no recordaba lo bien que la pasábamos en la U. Acá hay onda para rato. Claro, llevo una semana de aclimatación y sin un segundo para relatar con calma, la verdad uno siente que estar frente al computador es desperdiciar el tiempo así que no había escrito antes.

La llegada fue un caos, como me lo esperaba; el aeropuerto, como cualquier otro, sin embargo el ingles escasea incluso ahí dentro; en las calles no existe. Nadie habla ingles y punto. Creo que en Chile estamos mejor, con eso digo todo. Tuve que tomar un taxi sin saber expresarme pero con ayuda de una china en el avión le mostré la dirección en chino al chofer y llegue a la Universidad en la mañana del lunes 29 de agosto sin saber por donde empezar. Me recibió un día nublado completo, pero caluroso, transpire sin parar y la ropa se te pegotea, fue una mala bienvenida.

Sin embargo, dos días después las cosas ya se veían prometedoras. Acá esta lleno de personas de todo el mundo, desde Afganistán hasta Chile, un mini cosmos dentro de Beijing que sin embargo esta completamente permeado por la ciudad. Los chinos entran y salen de la zona universitaria como si fueran calles comunes y corrientes, los niños juegan en las canchas, los viejos practican tai chi chuan en los jardines, las secretarias, garzones y personal de servicio en general no hablan nada de ingles, hay dos o tres bares dentro del campus, lavandería, banco, piscina, gimnasio, canchas de fútbol y pista de atletismo, dormitorios y dormitorios, biblioteca, no mucho Internet (y no gratis excepto en la biblioteca siempre llena), restoranes de toda clase, japo, musulmán, chino de tal lado, chino de tal otro, casino, cafetería, tiendas. Las bicis la llevan acá dentro, hay millones de estacionamientos para bicis. La comida es baratísima en todas partes, pero en algunas si pagas un poco mas comes como los dioses, es de lo mejor, ya he probado algunos platos extraños, no se parece en casi nada a la comida china de Santiago.

Creía que estaríamos como “encerrados”, pero la verdad es que tenemos libertad de acción y ya he me movido por la ciudad en bus y en bicicleta. Hasta me fui una tarde con los nuevos amigos al Palacio de Verano que queda cerca (quede pa dentro, es demasiado impacto visual en tan poco tiempo, voy a ir de nuevo unas cinco veces mas por lo menos) En todo caso me siento un discapacitado mental, no puedo expresarme con los chinos, solo puedo saludar, dar las gracias y despedirme, todo lo demás son senas y garabatos. Pero es divertido también pasar por todo esto, es una experiencia nueva y llena de sensaciones.

En los bares y discos aparecen los extranjeros de varias otras universidades y en Tiananmen y los palacios y templos y zonas turísticas típicas tienes a todos los occidentales dando vueltas, lo que da la apariencia de una ciudad cosmopolita, pero en la calle los chinos simplemente saturan las veredas y las pistas, disipando cualquier duda al respecto. Beijing esta repleto de edificios, no hay casas, al menos no he visto ninguna. Y es gigantesca, no se termina nunca. Creo que es la ciudad mas vasta que he visto.

Ya llevo tres clases y estoy mas o menos, si bien parece clase de primero básico en el colegio porque repetíamos las letras, silabas y la pronunciación de los 4 tonos como los perfectos analfabetos que somos. Por lo menos no estoy solo. Pero es difícil.

La habitación que me dieron esta relativamente bien, digo, la paga la beca, es compartida pero al menos el vecino es chileno y muy buena onda. La cama es mas bien una especie de ataúd grande, un cajón de madera con una colchoneta delgada, como todavía hace calor he usado los plumones que me dieron como colchón encima del colchón, pero es la cama más dura que he tenido en mi vida. Igual no puedo quejarme del sueno. Tengo un escritorio y un pequeño closet. No hay baño privado, se comparte con todo el piso del edificio y esta es, ejem, la mejor parte: en China no existe el water, son hoyos en el piso…

Un pequeño suplicio diario por todo un montón de cosas buenas, hasta ahora.






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